Proyecto de clínica dental en Logroño, en el cual, la idea principal, consiste en conseguir un espacio abierto, intuible, sin recorridos difíciles, se quieren evitar las connotaciones negativas de las clínicas dentales para los pacientes y hacer que se sientan lo más tranquilo y cómodo posible.
Para conseguir esto, se decide dividir los espacios en tres bloques.
Siguiendo con esta línea, se deja la luz natural para la sala de espera y para las salas de intervención.
Para conseguir esto, se decide dividir los espacios en tres bloques.
Siguiendo con esta línea, se deja la luz natural para la sala de espera y para las salas de intervención.
También se quiere que desde la entrada se pueda intuir todo el espacio para crear sensación de tranquilidad y control, por lo que se realizan dos cosas; una que desde la entrada se vea el final del local a través de un pasillo continuo, y otra, que los cerramientos de los bloques sean traslúcidos mediante vidrieras, exceptuando el de las zonas privadas.
