El proyecto
Se diseñó una identidad de marca para una denominación de origen, concretamente para el Ochío de Baeza.
El ochío es un pan que tiene su origen en los monasterios que se enclavan en la cuenca Alta del Guadalquivir y normalmente se consumía durante la Pascua de Resurrección.
Su origen se remonta a mediados del siglo XIX en la localidad de Baeza, donde las monjas comenzaron ha realizar estos bollos con el fin de venderlos a los jornaleros como desayuno y merienda.
Su origen se remonta a mediados del siglo XIX en la localidad de Baeza, donde las monjas comenzaron ha realizar estos bollos con el fin de venderlos a los jornaleros como desayuno y merienda.
Diseño
El diseño del imagotipo se compone de un símbolo y un logotipo. El símbolo se compone de un círculo naranja que representa de forma clásica a un ochío, rodeado por una circunferencia en señal de calidad, ya que las circunferencias representan la perfección. Además el símbolo contiene pequeña ilustración de la catedral de la ciudad, un símbolo muy emblemático de la ciudad dibujado con un trazo sencillo y desenfadado que transmite la humildad y sencillez del producto. Por último el símbolo contiene dos estrellas blancas que simbolizan tanto la magia del Ochío como las pizcas de sal gorda que encontramos en el.
El ochío es un producto enfocado para todo tipo de públicos, accesible para todo el mundo y que todas las personas de diferentes culturas y edades pueden disfrutar. Es por eso que se opto por un diseño desenfadado y a la vez tradicional, que mostrara un símbolo de la ciudad natal, ya que queremos destacar su procedencia en la denominación de origen.
Construcción Gráfica
Su nombre le viene por ser la octava parte de la masa de un pan.
Se elabora de forma diferente en las distintas zonas de la provincia, por ejemplo, en Úbeda, Baeza, Torreperogil o Sabiote suele hacerse salado, con pimentón. En cambio el ochío dulce, con azúcar por encima, es tradicional de la capital jiennense.
En sus inicios las monjas elaboraban éste producto con miel vieja y anís. Fue años más tarde cuando se modificó esta receta añadiendo una mezcla de pimentón dulce con aceite de oliva virgen extra y sal gruesa por encima. Con el paso del tiempo las recetas se han multiplicado, convirtiéndose en un plato con muchas posibilidades, tanto dulces como saladas.
En sus inicios las monjas elaboraban éste producto con miel vieja y anís. Fue años más tarde cuando se modificó esta receta añadiendo una mezcla de pimentón dulce con aceite de oliva virgen extra y sal gruesa por encima. Con el paso del tiempo las recetas se han multiplicado, convirtiéndose en un plato con muchas posibilidades, tanto dulces como saladas.
Símbolo
Packaging
Complementos
Pattern
