Gritando en silencio:

       “Gritando en silencio” es el titulo de esta obra, que hace referencia a todo aquello que guardamos o reprimimos en nuestro interior y que acaba saliendo de una manera u otra en cualquier momento. El silencio entraña la presencia de un mensaje que no se ha dicho, pero que está ahí. No son vacío de comunicación, sino que comunican algo que no se dice con palabras. Así como hay palabras que no dicen nada, también hay silencios que lo dicen todo. Dentro de las múltiples formas de silencio hay uno que es atroz, porque encierra un grito. Es el tipo de silencio que llega después de una experiencia sobrecogedora, frente a la cual no hay palabras que logren describir lo que se siente. 

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       El horror entraña esos silencios que esconden gritos. Las palabras no alcanzan para expresar la magnitud de todo aquello que se siente. Todo lo que se dice parece inútil, ni libera del dolor, ni permite que otros comprendan hasta dónde llega. A veces, sentimos que solo un enorme grito puede expresar lo que llevamos dentro. Solo una expresión desarticulada y desgarrada sería capaz de decir que somos un ser indefenso que necesita ayuda del mundo. Pero no podemos ir por ahí gritando en esos momentos dificiles de la vida. Por eso, al grito que no logra abrirse paso se le sustituye con el silencio.

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       La ubicación de la palabra “Silence” justo delante del modelo, actúa como una imposición de la acción de guardar silencio infringido por la sociedad. Ponerlo invertido simboliza que no es algo que viene de la persona, sino del exterior; algo que obliga al sujeto a contenerse para no expresar libremente sus emociones y destacar de forma negativa en el mundo que le rodea.
La boca en la espalda, es el grito que aflora hacia el espectador de la obra. Este grito, esta rodeado de un entorno en silencio que envuelve al espectador en él.

      El uso de los espejos para repetir la escena, dota de profundidad a la obra y al introducirte en ella, te fundes junto al modelo en la oscuridad. Es una metáfora que nos relata una inmersión en la oscuridad si seguimos manteniendo ese silencio, si no soltamos aquellas emociones que nos abruman. También repite la palabra “Silence” volteándola al derecho y del revés, como metáfora de algo que ya no es solo impuesto por la sociedad, sino que va siendo aceptado por el sujeto y convirtiéndose en parte del mismo junto a la oscuridad. El uso de los espejos también nos permite ver la totalidad del modelo, excepto su parte frontal.

       La instalación, de poderse llevar a cabo, sería en una sala insonorizada con forma trapezoidal. La palabra “Silence” estaría creada mediante neón de color azul turquesa, acompañada por una iluminación cenital del mismo color para el modelo. Las paredes laterales serían recubiertas de espejos en su totalidad. El modelo se crearía mediante modelado y moldes en escultura con silicona e injertos de pelo, buscando el mayor realismo de la pieza. La sala tendría un tercer foco lumínico a la entrada del espectador que dota de iluminación general a la escena. El suelo y la pared frontal estarían compuestos por una moqueta grisácea de tipo “bucle” con pelo cortado en “plush” para darle aspecto aterciopelado. La entrada estaría en la pared inferior acompañada de una puerta gruesa que no permita el paso del sonido al interior de la sala. En el exterior, un pequeño cartel contiene una reflexión sobre “Gritar en silencio” junto con el nombre del autor y especificidades de la obra, pero sin dar explicación de la misma.
      El espectador, al entrar en la sala, observa la profundidad de la misma a través de los espejos, viéndose reflejado en los mismos junto al modelo. Puede acercarse al sujeto, recorrer la totalidad de la obra y realizar una meditación sobre lo que quiere expresar la pieza en sí. También puede sentarse en silencio al lado del modelo y experimentar su meditación de forma más metafórica, o gritar hasta quedar sin voz.

      Debido a la imposibilidad de su creación física, se procede a crear de forma virtual mediante Blender, otorgando los materiales a la escena de modo digital y realizando un modelado 3D del sujeto. Se coloca la iluminación y disposición de la sala según la descripción de la física.
      Para dotar de interacción a la pieza y de inmersión del sujeto en la misma, se crea para ser visualizada mediante gafas de realidad virtual creando una imagen en 360º con ayuda de una aplicación móvil. El espectador se introduce en la obra al ponerse las gafas y al mirar a un lado u otro, la imagen le acompaña el movimiento mostrando la escena.