En un rincón enigmático del océano, emerge una criatura que cautiva con su misterio y gracia. La ballena beluga, conocida como Delphinapterus leucas, es mucho más que una simple ballena. Esta especie de cetáceo, con su asombrosa belleza de color blanco inmaculado, despierta admiración en todo el mundo.
Descubrir el fascinante mundo de la ballena beluga es sumergirse en la maravilla de la biodiversidad marina. Aunque técnicamente no es una ballena, sino parte de la familia de los monodóntidos, su apodo de «ballena beluga» se debe a su vida en el mar. Sus características únicas la distinguen: carece de aleta dorsal, su frente es redondeada y abultada, y su trompa recuerda a la de un delfín.
Este majestuoso cetáceo es mucho más que su espléndida apariencia. Las ballenas belugas son seres sociales, viviendo en grupos de hasta 25 individuos. Su comunicación, basada en el tacto y los roces, les ha valido el apodo de «canarios del mar» por la diversidad de sonidos que emiten. Su piel blanca, como un lienzo en blanco, es una adaptación al ártico y al cambio climático.
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