Llego a la terminal de micros con tiempo y sola
Sola y con tiempo
No estoy acostumbrada a esta dinámica
Pareciera una ficción en la que me encuentro envuelta 
Pienso en tus palabras
Que dirías, de que te enojarías
Como si me acompañaras aún en tu ausencia 
No había vuelto a este lugar desde nuestra despedida
Desde que di mi adiós final y un abrazo eterno
Y te vi desde la ventana caminando por las calles a lo lejos
Hoy camino esas calles con tu presencia aún más fuerte 
Y hago este viaje asumiendo otro final inesperado
Pero vos ya te fuiste y yo que lo entiendo
Te sigo esperando detrás de esa ventana

- 10/01/24
Trazo una línea recta al mar
Busco donde rompen las olas
¿Tanto peligro hay en mirar?
Si te hace ruido, es tu señal

Así encontrás en el silencio
Un valor tan inmenso

Lento invento un lugar nuevo
Donde mi tiempo sea sincero
Sentir que hacer es con deseo
Donde escapar me quede lejos

- 25/01/24
Somos desde el encuentro
Suena raro pensarlo pero somos desde el encuentro
Lo que nos une no es más que los momentos presenciales
Luego se pone en pausa
Una pausa extraña
Que genera cierta incertidumbre sobre si seremos capaces
De reecontrarnos como antes
O perdernos para siempre

- 02/01/24
¿Qué hace uno acá sino escribir en el aire?
¿Qué dejás de la experiencia sino es siempre en presente?
El pasado es inventado y el futuro una ilusión
Se pierde el impulso si vivís desde uno de los dos

-11/12/23
Está por llover
Todo el tiempo está por llover
Pero no llueve
El cielo parece en pausa
No parece una pausa calma
Más bien llena de inminencia
Una pausa que no quiere ser
Y nos mira a todos desde arriba
Como sabiendo que nos puede cagar el día
O alegrarlo
Nunca sé como me pega la lluvia
Emocionalmente hablando
Nunca sé qué esperar
Más que gotas caer
¿Qué más quiero que pase?
Pero sigue sin llover
Y yo que no tengo paragüas
Que llueva de una vez 
Que me pegue como quiera
Pero que llueva

- 5/12/23
Hay un segundo de reparo
De cuidado
De intención 
Pocas palabras se formulan
Son de ensueño
Abstracción
Canto en mi mente frases hechas
Esas eternas
Esas eternas que cantabas vos
De pronto se pierde la calma
Claro, cansa, corazón
Supuse habría cierto alivio
Triste, esquivo, sin razón
Por entender lo que pasaba
Me pesaba
Me pesaba el corazón 

Perdido entre mi mirar
De un mundo que ya no está 
hecho para vos

- 15/11/23
Si miro al silencio nunca obtengo paz
Si escucho el horizonte nunca encuentro paz 
Si busco las palabras ya no escribo nada
Si intento melodías se me van las ganas
Si tanto ir adentro me pierdo del hoy
Si tanto pensamiento me hace ser quién soy
¿Quién soy después de todo lo que construí de mi?
¿Qué hay después del yo que en el miedo tuvo un fin?

Ya no creo la historia que me cuento
Ya no veo en el paisaje un cielo abierto
Pero si un sendero

- 8/11/23
Pensé que el tiempo haría su trabajo
Se ve que la medida de tiempo
Que yo contemplaba
No existe
Te veo en todo lo bueno
Y en todo lo malo
Como un rayito de luz
Que me vuelve a la tierra
A sentir en el momento presente
A querer más allá de tu ausencia

- 7/11/23
El cielo claro y la certeza nula
El teléfono se ilumina pero nadie está llamando
Me recuesto en el suelo con idea de evadirme
Estoy más presente que nunca
Si volviese a ser chiquita jugaría a las escondidas
No saldría aunque fuese la última en juego
Aunque digan mi nombre y me busquen con vehemencia
Yo tampoco me encuentro
¿Por qué lo harían ellos?

- 27/10/23
Hay un pasaje muy adentro mío 
Canto poesía para sentirme vivo
Hay un camino, no lo veo, fío 
Y demás esta pensar en volver a empezar

Tanto he mentido que ya creo el mito
Fuerzo el sentido y lo debilito
Santo es el río, se lleva el hastío 
No te quedes con premisas
No hay nada que comprobar

- 20/10/23
Inconstante
Como una pausa en un río que corre
Busco la corriente para poder sambullirme
Parece que no hay agua 
por más ilusión que me haga
Cuento los segundos 
para intentar de nuevo
Transparente
A veces lo veo tan claro
Tumultuoso 
Otras veces con todo su pasado
Yo se que un río nunca es el mismo
Pero quisiera que entre tanto cambio
Hubiese un momento de reparo
Y no solo sus formas sobre las mías

- 26/09/23
La duda y la neblina
Son sinónimos amor
Hay un velo que recubre
Todo lo que sos
Si encuentro en el reflejo
Un dejo de verdad

Al despertar
No hay más que luz
Al fin mirar
Solo encuentro luz

La duda y la neblina
Siempre en pos de oscuridad
En cuanto se disipa
Todo vuelve a ser real
Buscando un mundo calmo
Y un poco de calidez

Y al despertar
No hay más que luz
Y al fin mirar
Solo encontrar luz

- 4/08/23
Escribía “sofocante” en el celular, mientras se zambullía en plena crisis de angustia. 
Rosa Montero en “La ridícula idea de no volver a verte” asocia al dolor con la palabra. 
O mejor dicho, con la falta de palabra. 
Porque cuando duele en serio, cuando golpea en seco, el dolor es indecible.
La palabra pierde cualquier tipo de peso y sentido frente a este monstruo interno.

Entonces pensaba, cuán cercano a la soledad se vuelve ese dolor cuando no tenés forma de expresarlo, 
en esta estructura que los humanos pudimos fabricar como pequeño motor de los vínculos. 
Un motor que hila sentir y pensar en frases y oraciones que llegan a un otro, con el deseo y 
esperanza de que nos entienda.
Acá se pierde esta posibilidad. ¿Quién puede entender si ni siquiera podés decir?
Si ni siquiera sabes qué decir para enhebrar aunque sea mínimamente 
algo de todo lo que sentís.

Alguien que te entienda desde el silencio.

Y ahí, en pleno llanto todo tuvo sentido, gracias a que una amiga la llamó rápidamente, en una de esas llamadas salvadoras.
Comprendió que no es necesaria la palabra en estos casos. 
El otro no necesita entender, necesita estar. Ser compañía.
Y ahí no hacen falta las palabras, los argumentos, la neurosis que intenta explicar en un barullo mental algo de lo que le pasa.

En esos seres, que en el silencio encuentran un tesoro del cual uno puede aferrarse, 
es donde uno puede sentirse un poco menos solo. 
Es ahí, no es un lugar, es una persona.
Incluso hay instantes milagrosos donde el dolor pareciera adormecerse.
​​​​​​​
Y ella sabe, en el fondo, que es momentáneo. 
Sabe que en cuanto vuelva el diálogo interno ese dolor va a volver a despertar.
Pero eso no le quita mérito ni importancia a ese pequeño oasis dentro de esta tempestad.

El dolor puede seguir aplastando, pero hubo un momento, una fracción del tiempo, 
en donde el peso fue compartido y la dejó, aunque sea por unos segundos, 
respirar otra vez.

- 19/7/23

Escritos
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