Collage Julio Cortázar

Hace tiempo que Cortázar se encuentra entre mis escritores favoritos (aunque la lista es larga y los últimos meses me he enfocado en leer más mujeres).
Sus textos y yo hemos coincidido varias veces. Ha llegado a mí poco a poco, palabra por palabra. El texto se convirtió en cuento y luego en novela. 

Hace un año finalmente me atreví a abrir Rayuela, que llevaba algún tiempo ya en el librero, cuando la intimidación que me provocaba se convirtió en curiosidad. Me encontré con el mismo universo Cortazariano, pero con más paginas y deseé no haberme sentido intimidada por el libro o haberlo afrontado antes.

Leer Cortázar puede ser todo un ejercicio mental. Un constante cruce de fronteras que se disuelven apenas pisarlas. Una mezcla de sentidos. Un descubrir que habías cerrado los ojos por largo tiempo incluso teniéndolos abiertos. Un juego, una mirada interior y un constante puente entre mundos. Un descubrir continuo, una larga lista de referentes de todo tipo y un libro rayado por todos lados, lleno de notas, tinta y marcadores. Una experiencia sumamente recomendable.

-Dandelion